Japón es tierra de terremotos y, por lo tanto, también uno de los países donde más inventos anti-sísmicos puedes encontrar. En este caso, el último diseño arquitectónico que encuentro en este sentido es bastante curioso: unos grandes péndulos instalados en la azotea de un rascacielos que absorben las vibraciones que se producen durante un terremoto. El resultado es que el edificio apenas si se tambalea un poco.
El sistema ha sido desarrollado en colaboración entre una empresa constructora (Kajima Corp) y un arquitecto llamado Mitsui Fudosan. Se basa en unas bolas de 300 toneladas cada una que flotan colgadas de unas grandes estructuras de metal. Cuando se produce un terremoto, las bolas se balancean y absorben parte de la energía, reduciendo las vibraciones en el edificio donde estén instaladas en un 60%, que no es poco.
El invento no es exactamente nuevo. Algunos rascacielos como el famoso Taipei ya disponen de un péndulo similar que funciona igualmente absorbiendo las vibraciones y anulando el efecto de movimiento del edificio después de un seismo.
En el caso del Taipei, el péndulo va instalado justo en el interior del edificio, con lo cuál necesitas añadir el sistema anti-terremoto justo cuando el arquitecto lo está diseñando.
El nuevo sistema es diferente, porque permite añadir estos péndulos en la parte superior de cualquier azotea de edificios ya construidos sin necesidad de modificar su estructura, lo único que se necesita es espacio libre y, obviamente, que el edificio soporte el peso de los péndulos.
Este tipo de sistemas se hacen especialmente necesarios desde que se produjo un enlace entre catástrofes sísmicas y nucleares con el desastre de Fukushima. La buena noticia es que estos péndulos son relativamente baratos de fabricar, efectivos y fáciles de instalar en cualquier edificio con azotea.
El sistema ha sido desarrollado en colaboración entre una empresa constructora (Kajima Corp) y un arquitecto llamado Mitsui Fudosan. Se basa en unas bolas de 300 toneladas cada una que flotan colgadas de unas grandes estructuras de metal. Cuando se produce un terremoto, las bolas se balancean y absorben parte de la energía, reduciendo las vibraciones en el edificio donde estén instaladas en un 60%, que no es poco.
El invento no es exactamente nuevo. Algunos rascacielos como el famoso Taipei ya disponen de un péndulo similar que funciona igualmente absorbiendo las vibraciones y anulando el efecto de movimiento del edificio después de un seismo.
En el caso del Taipei, el péndulo va instalado justo en el interior del edificio, con lo cuál necesitas añadir el sistema anti-terremoto justo cuando el arquitecto lo está diseñando.
El nuevo sistema es diferente, porque permite añadir estos péndulos en la parte superior de cualquier azotea de edificios ya construidos sin necesidad de modificar su estructura, lo único que se necesita es espacio libre y, obviamente, que el edificio soporte el peso de los péndulos.
Este tipo de sistemas se hacen especialmente necesarios desde que se produjo un enlace entre catástrofes sísmicas y nucleares con el desastre de Fukushima. La buena noticia es que estos péndulos son relativamente baratos de fabricar, efectivos y fáciles de instalar en cualquier edificio con azotea.
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