En la Universidad de Darmstadt en Alemania han realizado un experimento que les ha permitido detener luz durante todo un minuto dentro de un cristal de cuarzo. Este experimento podría parecer extrañamente futurista, pero lo es más cuando descubres cuál es la utilidad práctica que persiguen estos científicos: la de conseguir un tipo de memoria que funcione con luz, es decir, luz que pueda atravesar un chip y permanecer en un estado concreto en su interior hasta que sea liberado. Ahm, también crear redes basadas en física cuántica que manejen enormes cantidades de información a muy largas distancias.
Para conseguir el truco, los científicos utilizaron una técnica llamada EIT (Electromagnetically induced transparency) sobre un cristal opaco. Un haz láser se lanza sobre el cristal, haciéndolo reaccionar y volviéndolo transparente.
En ese momento, un segundo láser (que es el que contiene la información que se quiere guardar el en cristal) es disparado simultáneamente sobre el cristal.
Cuando el primer láser se apaga, el cristal vuelve a su estado opaco, dejando la luz del segundo láser atrapada en su interior, es decir, la luz se detiene dentro del cristal hasta el que primer láser vuelve a encenderse y el cristal pierde su opacidad o bien hasta que pasa un minuto y la información almacenada en forma de luz comienza a degradarse.
Aunque parezca sorprendente, esta no es la primera vez que se consigue algo similar, hace dos años otros científicos consiguieron un efecto similar, aunque solo pudieron retener la luz durante 16 segundos.
Con esta técnica, podrían crearse memorias de luz, tal como suena, que guardaran información de esta manera tan curiosa, pero además podrían diseñarse redes que utilizaran el mismo sistema, con un nivel de ruido o pérdida de datos muy bajo, porque cada fotón podría llegar a transmitir un bit de información y almacenarse directamente.
¿Tu próximo router será de luz? de momento la tecnología está en pañales y, entre otras cosas, de momento se requiere que el cristal que almacene la luz esté a temperaturas bajo cero. [Link, vía]
Para conseguir el truco, los científicos utilizaron una técnica llamada EIT (Electromagnetically induced transparency) sobre un cristal opaco. Un haz láser se lanza sobre el cristal, haciéndolo reaccionar y volviéndolo transparente.
En ese momento, un segundo láser (que es el que contiene la información que se quiere guardar el en cristal) es disparado simultáneamente sobre el cristal.
Cuando el primer láser se apaga, el cristal vuelve a su estado opaco, dejando la luz del segundo láser atrapada en su interior, es decir, la luz se detiene dentro del cristal hasta el que primer láser vuelve a encenderse y el cristal pierde su opacidad o bien hasta que pasa un minuto y la información almacenada en forma de luz comienza a degradarse.
Aunque parezca sorprendente, esta no es la primera vez que se consigue algo similar, hace dos años otros científicos consiguieron un efecto similar, aunque solo pudieron retener la luz durante 16 segundos.
Con esta técnica, podrían crearse memorias de luz, tal como suena, que guardaran información de esta manera tan curiosa, pero además podrían diseñarse redes que utilizaran el mismo sistema, con un nivel de ruido o pérdida de datos muy bajo, porque cada fotón podría llegar a transmitir un bit de información y almacenarse directamente.
¿Tu próximo router será de luz? de momento la tecnología está en pañales y, entre otras cosas, de momento se requiere que el cristal que almacene la luz esté a temperaturas bajo cero. [Link, vía]
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