Motorola fue en su día uno de los principales fabricantes de procesadores del mundo, luego se pasó a la fabricación de teléfonos móviles y, ahora, quiere mirar al futuro de otra manera: según afirma, los tatuajes te convertirán algún día en contraseñas andantes.
El hecho de tener que recordar contraseñas y PINs varios para acceder a servicios de todo tipo puede suponer un problema, sobre todo para los que tienen peor memoria. La idea de Motorola se basa en que tú, yo y cualquier persona que lo quisiera (si algún día no se convierte en algo obligatorio) podría implantarse un tatuaje que, en realidad, no fuera más que un pequeño mini-ordenador cuyos circuitos formarían parte de tu piel. En principio, estos circuitos no tendrían una capacidad de cálculo significativa, pero serían suficientes como para que te autentificaras automáticamente en servicios online, cajeros en bancos, etc. simplemente sosteniendo tu portátil, smartphone o tablet en la mano.
Otra sugerencia de Motorola es todavía más extraña: píldoras que acabarían en tu aparato digestivo y enviarían señales inalámbricas de 18 bits que te convertirían en una contraseña andante allá por donde fueras.
Uno podría pensar que en Motorola tienen excesos imaginativos, no ya por los inventos en sí, sino porque cuesta trabajo imaginar cómo convencerían a la gente para que aceptaran estos sistemas. Por otro lado, da miedo pensar en futuros sistemas de hacking ¿bastaría con arrancarte un trozo de piel a alguien para hacerse con todas sus contraseñas de acceso?
El hecho de tener que recordar contraseñas y PINs varios para acceder a servicios de todo tipo puede suponer un problema, sobre todo para los que tienen peor memoria. La idea de Motorola se basa en que tú, yo y cualquier persona que lo quisiera (si algún día no se convierte en algo obligatorio) podría implantarse un tatuaje que, en realidad, no fuera más que un pequeño mini-ordenador cuyos circuitos formarían parte de tu piel. En principio, estos circuitos no tendrían una capacidad de cálculo significativa, pero serían suficientes como para que te autentificaras automáticamente en servicios online, cajeros en bancos, etc. simplemente sosteniendo tu portátil, smartphone o tablet en la mano.
Otra sugerencia de Motorola es todavía más extraña: píldoras que acabarían en tu aparato digestivo y enviarían señales inalámbricas de 18 bits que te convertirían en una contraseña andante allá por donde fueras.
Uno podría pensar que en Motorola tienen excesos imaginativos, no ya por los inventos en sí, sino porque cuesta trabajo imaginar cómo convencerían a la gente para que aceptaran estos sistemas. Por otro lado, da miedo pensar en futuros sistemas de hacking ¿bastaría con arrancarte un trozo de piel a alguien para hacerse con todas sus contraseñas de acceso?
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