El hecho de que mucha tecnología punta esté disponible para cualquier ciudadano de a pie está dando lugar a situaciones que antes normalmente solo encontrabas en obras de ficción. Recientemente han detenido a dos ciudadanos de EEUU por fabricar e intentar vender un arma de rayos-X.
Una fuente de rayos-x no tiene por qué matar a nadie de forma inmediata, pero utilizada de otra manera acaba teniendo efectos letales. La idea que tenían era la de crear un arma que pudiera instalarse en cualquier parte fácilmente y que pudiera activarse a control remoto, de forma que esta persona se iría envenenando poco a poco y, lo más inquietante, sin dejar rastro.
El Sr. Crawford pensó que alguien podría estar interesado en comprar un arma de este tipo y se puso manos a la obra, aprovechando sus conocimientos y experiencia como ingeniero de la compañía General Electric.
La forma en la que intentó buscar financiación y compradores de su arma de rayos es digna de una película de Woody Allen. En primer lugar parece ser que entró en una sinagoga y preguntó si alguien estaría interesado en un arma capaz de eliminar a los enemigos de Israel de forma silenciosa, pero no tuvo éxito. Luego lo intentó nada menos que con un lider del Ku Klux Klan.
Parece que la parte técnica la tenía clara, pero el márketing luego le falló, porque, en contra de lo que este hombre habría pensado, tanto las personas de la sinagoga como los del KKK lo denunciaron a las autoridades. Fallo total.
Según el FBI, fabricar armas de rayos unidireccionales no es tan sencillo, de hecho ningún ejército ha conseguido diseñar una que sea eficiente. Aun así, imagina en un futuro que ese vecino al que le caes tan mal quiere deshacerse de ti de una forma limpia e indetectable e instala un arma de este tipo apuntando hacia tu vivienda, por mencionar solo un ejemplo. ¿Traerán de serie los smartphones del futuro un detector de rayos-x y otros similares? Inquietante futuro. [Fuente nyt]
Una fuente de rayos-x no tiene por qué matar a nadie de forma inmediata, pero utilizada de otra manera acaba teniendo efectos letales. La idea que tenían era la de crear un arma que pudiera instalarse en cualquier parte fácilmente y que pudiera activarse a control remoto, de forma que esta persona se iría envenenando poco a poco y, lo más inquietante, sin dejar rastro.
El Sr. Crawford pensó que alguien podría estar interesado en comprar un arma de este tipo y se puso manos a la obra, aprovechando sus conocimientos y experiencia como ingeniero de la compañía General Electric.
La forma en la que intentó buscar financiación y compradores de su arma de rayos es digna de una película de Woody Allen. En primer lugar parece ser que entró en una sinagoga y preguntó si alguien estaría interesado en un arma capaz de eliminar a los enemigos de Israel de forma silenciosa, pero no tuvo éxito. Luego lo intentó nada menos que con un lider del Ku Klux Klan.
Parece que la parte técnica la tenía clara, pero el márketing luego le falló, porque, en contra de lo que este hombre habría pensado, tanto las personas de la sinagoga como los del KKK lo denunciaron a las autoridades. Fallo total.
Según el FBI, fabricar armas de rayos unidireccionales no es tan sencillo, de hecho ningún ejército ha conseguido diseñar una que sea eficiente. Aun así, imagina en un futuro que ese vecino al que le caes tan mal quiere deshacerse de ti de una forma limpia e indetectable e instala un arma de este tipo apuntando hacia tu vivienda, por mencionar solo un ejemplo. ¿Traerán de serie los smartphones del futuro un detector de rayos-x y otros similares? Inquietante futuro. [Fuente nyt]
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