De nuevo, un grupo de científicos que quizás no saben en qué gastar alguna subvención recibida han dedicado parte de su tiempo y esfuerzo en corroborar algo que ya se sospecha desde los inicios mismos de la humanidad: si eres feo, los que te rodean tienden a ser más antipáticos contigo.
El estudio realizado por profesores de la Universidad de Michigan se dividió en dos partes aparentemente inconexas entre sí para conseguir obtener un resultado más limpio. Por un lado se tomó a 114 trabajadores de una misma gran empresa situada en una ciudad de EEUU cuyo nombre no ha trascendido. A estos trabajadores se les pidió que contaran las veces que se habían sentido víctimas u ofendidos por algunos de sus compañeros de trabajo. A cada uno de ellos se le hizo una foto.
La segunda parte del estudio puedes imaginarla. Se pidió a un grupo de voluntarios que no tenían relación alguna con la empresa ni con los trabajadores del la primera prueba. A estas personas se les pidió que examinaran las fotografías de los trabajadores que se habían tomado anteriormente para que les dieran una puntuación según su nivel de belleza y atractivo personal.
Como era de esperar, ambas partes coincidieron en el mismo punto: aquellos que habían recibido más ofensas en el trabajo fueron los mismos catalogados como más feos en las fotos, que es lo mismo que decir que si eres feo el mundo es más desagradable contigo. Sin embargo, todavía hay más.
Durante una tercera prueba se pidió a los trabajadores que puntuaran el nivel de simpatía de sus compañeros y el resultado aparentemente compensa el asunto: aquellas personas simpáticas son tratadas mejor por los demás, es decir, que la conclusión final quedó de esta manera: La apariencia y la personalidad influyen en cómo te traten los demás. ¿Tendrán razón o es una extrapolación de un caso particular?
El estudio realizado por profesores de la Universidad de Michigan se dividió en dos partes aparentemente inconexas entre sí para conseguir obtener un resultado más limpio. Por un lado se tomó a 114 trabajadores de una misma gran empresa situada en una ciudad de EEUU cuyo nombre no ha trascendido. A estos trabajadores se les pidió que contaran las veces que se habían sentido víctimas u ofendidos por algunos de sus compañeros de trabajo. A cada uno de ellos se le hizo una foto.
La segunda parte del estudio puedes imaginarla. Se pidió a un grupo de voluntarios que no tenían relación alguna con la empresa ni con los trabajadores del la primera prueba. A estas personas se les pidió que examinaran las fotografías de los trabajadores que se habían tomado anteriormente para que les dieran una puntuación según su nivel de belleza y atractivo personal.
Como era de esperar, ambas partes coincidieron en el mismo punto: aquellos que habían recibido más ofensas en el trabajo fueron los mismos catalogados como más feos en las fotos, que es lo mismo que decir que si eres feo el mundo es más desagradable contigo. Sin embargo, todavía hay más.
Durante una tercera prueba se pidió a los trabajadores que puntuaran el nivel de simpatía de sus compañeros y el resultado aparentemente compensa el asunto: aquellas personas simpáticas son tratadas mejor por los demás, es decir, que la conclusión final quedó de esta manera: La apariencia y la personalidad influyen en cómo te traten los demás. ¿Tendrán razón o es una extrapolación de un caso particular?
Comentarios
Publicar un comentario
Que estas pensando?