Imagina llevar un telescopio pegado a tus ojos todo el día, pero no un telescopio clásico con esos largos tubos repletos de lentes en su interior, sino una simple lentilla que te deja hacer zoom sobre objetos lejanos que puedes contemplar como si los tuvieras justo delante. Esto, que parece ciencia-ficción, ya es real gracias al trabajo de unos científicos de la Universidad de California: la primera lentilla telescópica.
De alguna manera, utilizar esta lentilla convierte tus ojos naturales en ojos biónicos con habilidades super-humanas, al estilo supermán.
La lente en cuestión está fabricada con dos capas diferentes. La primera de ellas funciona de manera normal y te deja observar el mundo que te rodea tal como lo haría una lentilla clásica. La segunda capa más externa es la que se encarga de conseguir que puedas ver más allá, siendo capaz de realizar zooms de hasta 2,8x, lo cuál no es poco teniendo en cuenta que se trata de un primer prototipo.
La ventaja de este diseño es que su grosor apenas supera un grosor de 1,1 milímetros, suficiente como para que alguien pudiera llevar puesta la lentilla sin que resulte demasiado molesta, es decir, que es muy posible que puedas en no mucho tiempo comprar tus lentillas en la óptica con capacidades telescópicas y que incluso aquellos que no tengan problemas de visión puedan ponerse unas para conseguir super-visión.
Entre esto y otros inventos como la piel resistente a balas de la que hablamos recientemente ¿vamos camino de convertirnos en super-ciborgs? [Link]
De alguna manera, utilizar esta lentilla convierte tus ojos naturales en ojos biónicos con habilidades super-humanas, al estilo supermán.
La lente en cuestión está fabricada con dos capas diferentes. La primera de ellas funciona de manera normal y te deja observar el mundo que te rodea tal como lo haría una lentilla clásica. La segunda capa más externa es la que se encarga de conseguir que puedas ver más allá, siendo capaz de realizar zooms de hasta 2,8x, lo cuál no es poco teniendo en cuenta que se trata de un primer prototipo.
La ventaja de este diseño es que su grosor apenas supera un grosor de 1,1 milímetros, suficiente como para que alguien pudiera llevar puesta la lentilla sin que resulte demasiado molesta, es decir, que es muy posible que puedas en no mucho tiempo comprar tus lentillas en la óptica con capacidades telescópicas y que incluso aquellos que no tengan problemas de visión puedan ponerse unas para conseguir super-visión.
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