Si hubiera que nombrar a un juego como el más adictivo del mundo, existen muchas probabilidades de que el elegido fuera el más que famoso Tetris. ¿Queda alguien en el mundo ‘civilizado’ que no haya jugado al menos una partida alguna vez? Posiblemente queden pocos, y una de las razones es que el juego ya lleva años circulando por medio planeta en pantallas de ordenador, videoconsolas, móviles y tablets. Hoy, Tetris cumple años: 30, quizás tú que lees esto todavía no habías nacido entonces.
Echando la vista atrás es curioso ver cómo Tetris nació en la extinta URSS, todavía en plena época de la Guerra Fría, sin embargo, esto no fue un obstáculo para Alexey Pajitnov, quien pudo crear uno de los videojuegos que, irónicamente, más beneficios económicos ha proporcionado en el mundo capitalista.
Las primeras versiones de Tetris estuvieron recreadas en modo texto ASCII, en una computadora de la época con 8Kb (¡KB!) de memoria interna y una potencia de proceso de poco más de 200.000 operaciones por segundo.
Los caracteres de texto en pantalla se situaban de forma estratética para ‘dibujar’ las figuras que iban cayendo desde la parte superior de la pantalla.
Seguramente Alexey se dio cuenta en seguida de que su videojuego iba a tener éxito porque según él mismo afirmó alguna vez sobre esa primera versión:
Alexey por aquella época trabajaba para Academia Soviética de Ciencias y, en teoría, debería haber dedicado todo su tiempo a diseñar sistemas de defensa informátizadas para su país en lugar de programar el Tetris, así que no se preocupó mucho sobre su posible comercialización, más aún perteneciendo al bloque soviético anti-capitalista.
Esto llevó a que las primeras versiones de Tetris para PC, Commodore 64 y Apple II eran ‘piratas’, es decir, las compañías en realidad no tenían licencia ni derechos oficiales para programar y comercializar el videojuego.
No fue hasta 1988 cuando una organización de la URSS llamada Elektronorgtechnica se encargó de los derechos de venta del juego oficialmente, vendiendo la licencia a Nintendo quien lo lanzó en su popular GameBoy. A partir de ahí, el salto popular a todo el mundo fue cuestión de poco tiempo.
Por último: no solo el juego es adictivo, sino también la música, que levante la mano quien no ha tenido la musiquilla en la cabeza mientras leía esto.
Echando la vista atrás es curioso ver cómo Tetris nació en la extinta URSS, todavía en plena época de la Guerra Fría, sin embargo, esto no fue un obstáculo para Alexey Pajitnov, quien pudo crear uno de los videojuegos que, irónicamente, más beneficios económicos ha proporcionado en el mundo capitalista.
Las primeras versiones de Tetris estuvieron recreadas en modo texto ASCII, en una computadora de la época con 8Kb (¡KB!) de memoria interna y una potencia de proceso de poco más de 200.000 operaciones por segundo.
Los caracteres de texto en pantalla se situaban de forma estratética para ‘dibujar’ las figuras que iban cayendo desde la parte superior de la pantalla.
Seguramente Alexey se dio cuenta en seguida de que su videojuego iba a tener éxito porque según él mismo afirmó alguna vez sobre esa primera versión:
No había puntuación, no había niveles, pero empezaba a jugar y no podía pararTal fue la adicción que sufrió Alexey por parte de su propia creación que le fue imposible terminar el código de programación para completarlo en un principio. No fue hasta que retomò el proyecto cuando consiguió darle
Alexey por aquella época trabajaba para Academia Soviética de Ciencias y, en teoría, debería haber dedicado todo su tiempo a diseñar sistemas de defensa informátizadas para su país en lugar de programar el Tetris, así que no se preocupó mucho sobre su posible comercialización, más aún perteneciendo al bloque soviético anti-capitalista.
Esto llevó a que las primeras versiones de Tetris para PC, Commodore 64 y Apple II eran ‘piratas’, es decir, las compañías en realidad no tenían licencia ni derechos oficiales para programar y comercializar el videojuego.
No fue hasta 1988 cuando una organización de la URSS llamada Elektronorgtechnica se encargó de los derechos de venta del juego oficialmente, vendiendo la licencia a Nintendo quien lo lanzó en su popular GameBoy. A partir de ahí, el salto popular a todo el mundo fue cuestión de poco tiempo.
Por último: no solo el juego es adictivo, sino también la música, que levante la mano quien no ha tenido la musiquilla en la cabeza mientras leía esto.
Comentarios
Publicar un comentario
Que estas pensando?