Parece indudable que las energías alternativas como la solar y la eólica acabarán convirtiéndose en las fuentes de electricidad básicas en un futuro más o menos lejano (tan lejano como nos permitan las multinacionales energéticas). El último concepto que encuentro relacionado con este tipo de tecnología solar es bastante curioso a la vez que potencialmente práctico: convertir una red de carreteras en un gigantesco panel solar que cubra parte de un país.
La idea que uno tiene sobre la estructura de un panel solar es un gran rectángulo de color obscuro cuya superficie absorbe la luz del Sol, pero en realidad no es este el único diseño que puedes encontrar. Existen otros basados en materiales transparentes o semi-transparentes.
En este caso, una empresa de EEUU lleva un tiempo buscando los fondos necesarios para llevar a cabo su idea: cubrir algunas carreteras y autopistas del país con paneles de cristal transparente que funcionan como grandes paneles solares.
El material transparente es capaz de convertir la luz solar en energía solar y, según parece, la superficie sería tan extensa que podría abastecer de energía como un gigantesco panel solar.
Obviamente, el panel solar sobre la carretera no puede pintarse porque entonces perdería su función principal, así que (aquí viene uno de los puntos más llamativos) lo que se hace es instalar pequeñas bombillas LEDs de bajo consumo justo por debajo. Imagina aquí que las líneas de la autopista por la que circulas no está pintada, sino que muestra información diversa y dinámica iluminada directamente desde la misma superficie.
Estos LEDs estarían alimentados energéticamente por el mismo panel solar que, además, sería capaz de auto-generar calor en caso necesario. Si cae una nevada, el panel se encargaría de eliminar la capa de nieve o de evaporar el agua que hubiera sobre su superficie.
De momento, la empresa obtuvo unos miles de euros del gobierno de EEUU para que pudieran probar la idea en la práctica y, gracias a eso, han podido realizar tests durante un año. Ahora buscan 1 millón de euros para desarrollar el sistema, ponerlo en producción y vender las carreteras del futuro comercialmente.
La idea que uno tiene sobre la estructura de un panel solar es un gran rectángulo de color obscuro cuya superficie absorbe la luz del Sol, pero en realidad no es este el único diseño que puedes encontrar. Existen otros basados en materiales transparentes o semi-transparentes.
En este caso, una empresa de EEUU lleva un tiempo buscando los fondos necesarios para llevar a cabo su idea: cubrir algunas carreteras y autopistas del país con paneles de cristal transparente que funcionan como grandes paneles solares.
El material transparente es capaz de convertir la luz solar en energía solar y, según parece, la superficie sería tan extensa que podría abastecer de energía como un gigantesco panel solar.
Obviamente, el panel solar sobre la carretera no puede pintarse porque entonces perdería su función principal, así que (aquí viene uno de los puntos más llamativos) lo que se hace es instalar pequeñas bombillas LEDs de bajo consumo justo por debajo. Imagina aquí que las líneas de la autopista por la que circulas no está pintada, sino que muestra información diversa y dinámica iluminada directamente desde la misma superficie.
Estos LEDs estarían alimentados energéticamente por el mismo panel solar que, además, sería capaz de auto-generar calor en caso necesario. Si cae una nevada, el panel se encargaría de eliminar la capa de nieve o de evaporar el agua que hubiera sobre su superficie.
De momento, la empresa obtuvo unos miles de euros del gobierno de EEUU para que pudieran probar la idea en la práctica y, gracias a eso, han podido realizar tests durante un año. Ahora buscan 1 millón de euros para desarrollar el sistema, ponerlo en producción y vender las carreteras del futuro comercialmente.
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