Tesla no solo se convirtió en uno de los genios más importantes del siglo XX, sino que para muchos se trata de un icono que representa a las tecnologías futuristas y a las mentes brillantes incomprendidas en el tiempo en el que vivieron. Uno de los inventos de Tesla más increíbles para la época en la que vivió fue la Torre Wardencliffe, una enorme antena capaz de enviar energía eléctrica a través del aire, imagina que las bombillas de tu casa se pudieran encender aunque no estén enroscadas en el casquillo de ninguna lámpara o conectadas por ningún cable, o que tu smartphone funcionara sin necesidad de baterías porque la electricidad estuviera literalmente flotando en el aire.
La noticia es que ahora, 100 años después, alguien quiere volver a hacer realidad el invento de Tesla, la nueva torre Wardencliffe del siglo XXI.
Las mentes detrás de la idea son dos rusos llamados Leonid y Sergey Plekhanov, estudiantes del Instituto de Física y Tecnología de Moscú. La parte quizás más interesante aquí es que Tesla no pudo continuar con el desarrollo de su invento debido a problemas financieros, eso de ‘transmitir energía eléctrica a través del aire’ no sonaba muy bien a las compañías tecnológicas de la época porque ¿cómo vas a tarificar a los usuarios? En ese sentido es mucho mejor un cable y un contador como los que se utilizan ahora.
Lo bueno es que estos rusos están haciendo realidad el proyecto gracias al ‘crowdfounding’ en Indiegogo, es decir, miles de personas en todo el mundo están colaborando con cantidades más o menos grandes. Da qué pensar lo que Tesla podría haber conseguido en su día gracias a estos métodos de financiación actuales.
La idea no es la de reproducir estas torres de transmisión energética sólo a nivel experimental, también se pretende conseguir una forma de evitar cables a la hora distribuir un sistema eléctrico, por ejemplo instalando grandes centrales solares en zonas soleadas y utilizando estas torres para enviar la energía allá donde fuera necesaria a cientos de kilómetros de distancia.
La noticia es que ahora, 100 años después, alguien quiere volver a hacer realidad el invento de Tesla, la nueva torre Wardencliffe del siglo XXI.
Las mentes detrás de la idea son dos rusos llamados Leonid y Sergey Plekhanov, estudiantes del Instituto de Física y Tecnología de Moscú. La parte quizás más interesante aquí es que Tesla no pudo continuar con el desarrollo de su invento debido a problemas financieros, eso de ‘transmitir energía eléctrica a través del aire’ no sonaba muy bien a las compañías tecnológicas de la época porque ¿cómo vas a tarificar a los usuarios? En ese sentido es mucho mejor un cable y un contador como los que se utilizan ahora.
Lo bueno es que estos rusos están haciendo realidad el proyecto gracias al ‘crowdfounding’ en Indiegogo, es decir, miles de personas en todo el mundo están colaborando con cantidades más o menos grandes. Da qué pensar lo que Tesla podría haber conseguido en su día gracias a estos métodos de financiación actuales.
La idea no es la de reproducir estas torres de transmisión energética sólo a nivel experimental, también se pretende conseguir una forma de evitar cables a la hora distribuir un sistema eléctrico, por ejemplo instalando grandes centrales solares en zonas soleadas y utilizando estas torres para enviar la energía allá donde fuera necesaria a cientos de kilómetros de distancia.
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