Irónicamente, puede decirse que incluso las zonas más desérticas del planeta están rodeadas de agua por todas partes, y es que el aire que respiras no es seco aunque en ocasiones lo parezca, sino que está formado en parte por microscópicas gotas de agua en suspensión. Unos investigadores de la Universidad Rice en EEUU han conseguido desarrollar un invento que podría dar lugar a dispositivos aparentemente mágicos que aprovechan de forma inteligente la humedad ambiental, unos nanotubos que absorben agua directamente del aire y, además, son capaces de almacenarla.
Los nanotubos de carbono son uno de esos materiales increíbles que prometen acabar modificando gran parte de los gadgets y objetos que nos rodean cada día, desde ropa tecnológicamente avanzada hasta pantallas o baterías para gadgets de extra-larga duración, ahora también dispositivos capaces de conseguirnos agua en cualquier situación.
Curiosamente, en este caso los investigadores se basaron en la observación escarabajos en zonas desiertas, estos pequeños insectos tienen la capacidad de batir sus alas para capturar moléculas de agua suspendidas en el aire y almacenarla para cuando les sea necesaria.
Los nanotubos de carbono diseñados realizan una función muy parecida, uno de los extremos de los nanotubos absorbe las moléculas de agua (hidrofílico) y el extremo opuesto las repele (hidrofóbico), con lo cuál el agua queda atrapada dentro del tubo.
Obviamente, serían necesarios muchos de estos nanotubos para conseguir una cantidad de agua aceptable, por ejemplo podrían crearse grandes estructuras en zonas desérticas que, como extra, funcionarían de forma automática sin necesidad de una fuente de energía.
Los nanotubos de carbono son uno de esos materiales increíbles que prometen acabar modificando gran parte de los gadgets y objetos que nos rodean cada día, desde ropa tecnológicamente avanzada hasta pantallas o baterías para gadgets de extra-larga duración, ahora también dispositivos capaces de conseguirnos agua en cualquier situación.
Curiosamente, en este caso los investigadores se basaron en la observación escarabajos en zonas desiertas, estos pequeños insectos tienen la capacidad de batir sus alas para capturar moléculas de agua suspendidas en el aire y almacenarla para cuando les sea necesaria.
Los nanotubos de carbono diseñados realizan una función muy parecida, uno de los extremos de los nanotubos absorbe las moléculas de agua (hidrofílico) y el extremo opuesto las repele (hidrofóbico), con lo cuál el agua queda atrapada dentro del tubo.
Obviamente, serían necesarios muchos de estos nanotubos para conseguir una cantidad de agua aceptable, por ejemplo podrían crearse grandes estructuras en zonas desérticas que, como extra, funcionarían de forma automática sin necesidad de una fuente de energía.
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