Dicen que falta poco para que las impresorsas 3D acaben convertidas en un ‘electrodoméstico’ más del hogar y que no sean más raras de encontrar que las impresoras de papel actuales. Una prueba de que estamos ya a un paso es la aparición de algunos modelos como este del que hablamos hoy: la impresora 3D para niños. Sí, este tipo de impresoras ya son también oficialmente ‘juguetes’.
La empresa de EEUU que ha tenido la ocurrencia no es muy conocida, Mission Street Manufacturin, pero quizás su idea los lleve a convertirse en una marca popular en todo el mundo.
De momento han tenido bastante imaginación como para que el modelo de impresora sea atractivo para los más pequeños, por ejemplo, el aspecto del hardware está diseñado para que parezca un juguete repleto de partes internas como ruedas dentadas y demás pintadas de diferentes colores que se ven moverse a medida que se va produciendo la impresión de los objetos.
Además viene acompañado de un software especial diseñado para que a los niños le sea más sencillo comenzar a practicar como diseñadores de sus propios juguetes.
Interesante doblemente, porque la empresa tiene la idea de que su impresora 3D acabe popularizándose en colegios, centros de estudios y también en el hogar, con lo cuál se llega siempre a la misma pregunta: ¿cómo influirán estas impresoras en la industria mundial?
Imaginemos que un niño quiere uno de esos muñecos que forman parte del merchandising de una película al estilo Toy Story … ahora ya no tendrías que ir a una tienda a comprar el juguete oficial por un precio inflado, simplemente podrías imprimirlo en casa por unos céntimos.
De momento buscan fondos en kickstarter y a los pocos días de lanzar el proyecto ya casi tienen todo el dinero que necesitan.
La empresa de EEUU que ha tenido la ocurrencia no es muy conocida, Mission Street Manufacturin, pero quizás su idea los lleve a convertirse en una marca popular en todo el mundo.
De momento han tenido bastante imaginación como para que el modelo de impresora sea atractivo para los más pequeños, por ejemplo, el aspecto del hardware está diseñado para que parezca un juguete repleto de partes internas como ruedas dentadas y demás pintadas de diferentes colores que se ven moverse a medida que se va produciendo la impresión de los objetos.
Además viene acompañado de un software especial diseñado para que a los niños le sea más sencillo comenzar a practicar como diseñadores de sus propios juguetes.
Interesante doblemente, porque la empresa tiene la idea de que su impresora 3D acabe popularizándose en colegios, centros de estudios y también en el hogar, con lo cuál se llega siempre a la misma pregunta: ¿cómo influirán estas impresoras en la industria mundial?
Imaginemos que un niño quiere uno de esos muñecos que forman parte del merchandising de una película al estilo Toy Story … ahora ya no tendrías que ir a una tienda a comprar el juguete oficial por un precio inflado, simplemente podrías imprimirlo en casa por unos céntimos.
De momento buscan fondos en kickstarter y a los pocos días de lanzar el proyecto ya casi tienen todo el dinero que necesitan.
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