De vez en cuando encuentras alguna noticia relacionada con un grupo de científicos que utilizan una impresora 3D para fabricarse a medida algún tipo de tejido, bien con la idea de algún día llegar a utilizar sus creaciones como posibles implantes o bien para conseguir comida que no podrías definir si son naturales o artificiales.
Ahora, en la Universidad china de Zheijiang han dado un interesante paso adelante: han conseguido fabricar pequeños riñones en miniatura utilizando una impresora 3D, con la diferencia de que en esta ocasión han conseguido órganos que están vivos, es decir, pueden funcionar como un órgano humano.
La novedad es que los mini-riñones que han fabricado están compuestos por células que están realmente vivas. A pesar de que no contienen nervios ni vasos sanguíneos todavía pueden permanecer vivos durante cuatro meses a la espera de que alguien necesite algún implante.
El siguiente paso es conseguir que estos órganos fabricados de forma artificial puedan llegar a durar más de 10 años, una esperanza para muchos que viven esperando la posibilidad de que aparezca un donante para recibir un transplante. Especialmente interesante que el avance llegue desde China, país desde el que llegan noticias de vez en cuando de ciudadanos que llegan a vender un riñón para comprarse un iPad o un videojuego.
Cuestión aparte es pensar qué ocurriría si comenzaran a fabricarse otros órganos como cerebros ‘vivos’. ¿Llegarían a tener algún tipo de conciencia? Link
Ahora, en la Universidad china de Zheijiang han dado un interesante paso adelante: han conseguido fabricar pequeños riñones en miniatura utilizando una impresora 3D, con la diferencia de que en esta ocasión han conseguido órganos que están vivos, es decir, pueden funcionar como un órgano humano.
La novedad es que los mini-riñones que han fabricado están compuestos por células que están realmente vivas. A pesar de que no contienen nervios ni vasos sanguíneos todavía pueden permanecer vivos durante cuatro meses a la espera de que alguien necesite algún implante.
El siguiente paso es conseguir que estos órganos fabricados de forma artificial puedan llegar a durar más de 10 años, una esperanza para muchos que viven esperando la posibilidad de que aparezca un donante para recibir un transplante. Especialmente interesante que el avance llegue desde China, país desde el que llegan noticias de vez en cuando de ciudadanos que llegan a vender un riñón para comprarse un iPad o un videojuego.
Cuestión aparte es pensar qué ocurriría si comenzaran a fabricarse otros órganos como cerebros ‘vivos’. ¿Llegarían a tener algún tipo de conciencia? Link
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