Hace unos años, las líneas de teléfono clásicas compuestas por redes de cable de cobre clásico apenas podían soportar conexiones a Internet a 56Kb (¿quién recuerda el sonido de los módems a esa velocidad?). Entonces, la tecnología ADSL hizo aparición cambiando el escenario radicalmente. Un simple cable de cobre ya era capaz de alcanzar increíbles velocidades que rozaban 10-40Mbps, si no más.
Ahora, una nueva tecnología parece que llega para conseguir sacarle todavía más punta a las líneas de teléfono clásicas. Se trata del G.fast y promete velocidades de 1000Mbps, con esto ¿quién necesita fibra óptica? Podría incluso servir para enviar señales de televisión por cable sin tener que reemplazar todos los kilómetros de cable de cobre que ya existen cruzando ciudades de gran parte del mundo.
Hasta el momento, la tecnología más eficiente para transmitir datos a través de cable de cobre telefónico era la VDSL2 que utiliza un ancho de banda de 17MHz. Gracias al VDSL2 se pueden alcanzar velocidades de hasta 200Gbps, aunque por motivos técnicos y económicos normalmente encuentras empresas que la ofrecen con un límite de 100Gbps.
El G.fast viene a saltar desde los 17MHz hasta los 106MHz, y es este incremento de ancho de banda el que le permite saltar hasta los 1000Mbps o, lo que es lo mismo, 1Gbps.
La única limitación que presenta G.fast hasta ahora es que sólo funciona a pleno rendimiento en distancias cortas, es decir, puedes conseguir 1000Mbps a una distancia máxima de 250 metros. Esto significa que tendrías que estar relativamente cerca de una central de datos del ISP con el que tengas contratado el acceso a internet.
Puedes imaginar que este límite acabará saltándose tarde o temprano, pero aun así todavía es posible que se ofrezca esta tecnología en no mucho tiempo, aunque sea ofertando velocidades de, quizás, 300Mbps o 500Mbps, nada nada mal en comparación con lo que encuentras hoy día normalmente. De momento, la UIT ya está comenzando a trabajar para aprobar G.fast como nuevo estándar.
Ahora, una nueva tecnología parece que llega para conseguir sacarle todavía más punta a las líneas de teléfono clásicas. Se trata del G.fast y promete velocidades de 1000Mbps, con esto ¿quién necesita fibra óptica? Podría incluso servir para enviar señales de televisión por cable sin tener que reemplazar todos los kilómetros de cable de cobre que ya existen cruzando ciudades de gran parte del mundo.
Hasta el momento, la tecnología más eficiente para transmitir datos a través de cable de cobre telefónico era la VDSL2 que utiliza un ancho de banda de 17MHz. Gracias al VDSL2 se pueden alcanzar velocidades de hasta 200Gbps, aunque por motivos técnicos y económicos normalmente encuentras empresas que la ofrecen con un límite de 100Gbps.
El G.fast viene a saltar desde los 17MHz hasta los 106MHz, y es este incremento de ancho de banda el que le permite saltar hasta los 1000Mbps o, lo que es lo mismo, 1Gbps.
La única limitación que presenta G.fast hasta ahora es que sólo funciona a pleno rendimiento en distancias cortas, es decir, puedes conseguir 1000Mbps a una distancia máxima de 250 metros. Esto significa que tendrías que estar relativamente cerca de una central de datos del ISP con el que tengas contratado el acceso a internet.
Puedes imaginar que este límite acabará saltándose tarde o temprano, pero aun así todavía es posible que se ofrezca esta tecnología en no mucho tiempo, aunque sea ofertando velocidades de, quizás, 300Mbps o 500Mbps, nada nada mal en comparación con lo que encuentras hoy día normalmente. De momento, la UIT ya está comenzando a trabajar para aprobar G.fast como nuevo estándar.
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