Un grupo de hackers rusos ha conseguido introducirse en hogares y empresas de todo el mundo a través de las webcams que se encuentran instaladas. Esto incluye sistemas de vigilancia ‘caseros’ basados en webcams para empresas y también hogares. ¿Tienes una webcam apuntándote mientras lees esto? saluda a la cámara, porque quizás en Rusia te estén viendo ahora mismo.
Han descubierto que un sitio web ruso estaba mostrando las imágenes capturadas desde cientos de webcams situadas en el Reino Unido aunque, obviamente, nada quita que pudieran acceder a otras instaladas en cualquier otro país del mundo.
Las webcams hackeadas estaban instalados en lugares tan dispares como gimnasios, oficinas, tiendas e incluso dormitorios.
El sistema utilizado por los hackers es uno de los más habituales, simplemente utilizaban datos de login (usuario y contraseña) que vienen configuradas por defecto para las cámaras, es decir, los usuarios que compraron las cámaras no tomaron la primera medida de seguridad recomendable: cambiar la contraseña de acceso.
Entre las cámaras más hackeadas se encontraban modelos Foscam, Linksys y Panasonic. Las autoridades británicas han avisado públicamente sobre el problema recomendando a todos los usuarios de este tipo de cámaras que actualicen sus contraseñas.
Este tipo de webcams hackeadas son las llamadas ‘cámaras ip’ básicamente webcams que se conectan por sí mismas a una red wifi sin necesidad de ordenador y que pueden estar accesibles 24 horas al día. Las webcams conectadas a un ordenador son más difícilmente hackeables, pero no por ello es imposible que ocurra.
Estas cámaras se suelen utilizar como sistema de vigilancia en hogares y empresas y son relativamente accesibles por terceros, en ocasiones simplemente conociendo la IP que utiliza la webcam, hasta el punto de que cualquier persona conectada a Internet en cualquier parte del mundo podría estar viéndote sin tú saberlo. Ni en las películas de ciencia-ficción. Link
Han descubierto que un sitio web ruso estaba mostrando las imágenes capturadas desde cientos de webcams situadas en el Reino Unido aunque, obviamente, nada quita que pudieran acceder a otras instaladas en cualquier otro país del mundo.
Las webcams hackeadas estaban instalados en lugares tan dispares como gimnasios, oficinas, tiendas e incluso dormitorios.
El sistema utilizado por los hackers es uno de los más habituales, simplemente utilizaban datos de login (usuario y contraseña) que vienen configuradas por defecto para las cámaras, es decir, los usuarios que compraron las cámaras no tomaron la primera medida de seguridad recomendable: cambiar la contraseña de acceso.
Entre las cámaras más hackeadas se encontraban modelos Foscam, Linksys y Panasonic. Las autoridades británicas han avisado públicamente sobre el problema recomendando a todos los usuarios de este tipo de cámaras que actualicen sus contraseñas.
Este tipo de webcams hackeadas son las llamadas ‘cámaras ip’ básicamente webcams que se conectan por sí mismas a una red wifi sin necesidad de ordenador y que pueden estar accesibles 24 horas al día. Las webcams conectadas a un ordenador son más difícilmente hackeables, pero no por ello es imposible que ocurra.
Estas cámaras se suelen utilizar como sistema de vigilancia en hogares y empresas y son relativamente accesibles por terceros, en ocasiones simplemente conociendo la IP que utiliza la webcam, hasta el punto de que cualquier persona conectada a Internet en cualquier parte del mundo podría estar viéndote sin tú saberlo. Ni en las películas de ciencia-ficción. Link
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